El Fuego Nos Une

De manera muy personal, queremos compartir con ustedes este artículo que narra una breve anécdota de cómo nació la SMP en una de las peores crisis económicas y cómo el amor y compromiso hacia esta misma trasciende en nuestras vidas personales. Momentos como estos es cuando más unidos tenemos que estar y apoyarnos unos a los otros. Con tan solo una persona que encuentre esperanza en estas palabras nos damos por bien servidos.

Del 2007 al 2011 se vivió una de las peores crisis económicas mundiales y una ola de violencia e inseguridad en México; la SMP nació en el 2012.

Quisiera compartir con ustedes cómo fue el inicio y cuáles han sido algunos de los obstáculos que hemos tenido que sobrellevar, cómo es y ha sido este camino. Habrá algunos que se sientan identificados, o que lo hubieran resuelto de otra forma. Esto que les platico es algo muy personal, pero creo que en tiempos como estos es cuando más tenemos que estar unidos y apoyarnos unos a otros.

El sábado 11 de febrero del 2012 a las 10:00 am Alejandro me habló y me invitó al Museo de Historia Mexicana. Su excusa para que fuéramos era que había una exposición temporal de cocina que él quería ver. Hacía frío y llovía, era el día perfecto para estar en la casa haciendo nada. Después de estar en el estire y afloje de yo decir que no quería ir y él insistir en ir me dijo: “bueno, llego a las 3:00 p.m por ti para que estés lista. Bye.”  Me arreglé (enojada) y a las 3:00 p.m en punto ahí estaba él afuera de mi casa esperándome.

Llegamos al museo y él me dió el recorrido de la historia de México (exposición fija que está en el segundo piso del museo) ya que realizó su servicio social como guía del museo. El recorrido duró como una hora; desde los olmecas, los aztecas, la conquista, la independencia, la revolución, hasta que llegamos a la parte donde termina el recorrido, en donde están todas las banderas de México. Llegando ahí veo que hay algo raro, un cuadro que no era parte de la obra, montado sobre un caballete, un florero con aproximadamente 100 rosas rojas y en la parte en donde debería de decir la información de la pintura, había una propuesta de matrimonio.

Se arrodilló y me pidió que me casara con él. Me quedé helada, no podía decir nada. Lo único que pensaba era: “¿por qué ahorita? Justo ayer mandé la papelería para irme a estudiar una maestría. No tenemos dinero, las tiendas (que él tenía) están en su peor momento, ¿cómo le vamos a hacer para todo lo que implica casarnos?” Pero al final le dije que sí y me olvidé de todo lo demás.

La forma en la que inició la SMP se dio de manera muy natural. Un día íbamos platicando  en el carro y Alejandro me dijo que quería participar en un concurso de cocina que había visto en la televisión, como los de The Food Network. En México no había, así que decidimos hacerlo. Nos fuimos a un café a platicar y planear cómo hacerle. En ese momento Alejandro tenía flexibilidad de horario en su trabajo y yo daba clases en dos universidades de Monterrey, así que, cuando se podía, nos juntábamos a planear y organizar.

Como en todos los trabajos en equipo, hay peleas; la primera fue el lugar. Alejandro es muy impulsivo, todo lo quiere para ya; yo soy más estructurada, me gusta planear y tener control. Él quería hacer la competencia en el jardín de la casa de los abuelos de un amigo, ubicada en Vasconcelos, municipio de San Pedro Garza García.

Yo estaba completamente en desacuerdo. Mi lógica era: si el evento era abierto al público, ¿cómo lo vamos a hacer en una casa? Se iba a ver informal, con falta de seriedad. Con lo terca que soy, hice citas para ir a ver posibles lugares para tratar de convencerlo. Lo que llevó a una segunda pelea: el dinero.

No teníamos dinero para nosotros, menos para invertir en un evento. Fuimos a ver lugares y ya le fue gustando la formalidad que fue tomando el evento. Una vez más, no teníamos dinero, o mejor dicho, él no tenía dinero. Las tiendas que él tenía eran de todo a un mismo precio y las había cerrado un mes y medio antes y se quedó no solo sin dinero, sino con deudas a pagar. Teníamos que encontrar la forma de hacer el evento sin dinero. Después de ir a ver muchos lugares, dimos con un lugar en la carretera nacional de Monterrey, Hacienda Cristales (lugar que aún existe) ubicado en los Cristales, rumbo al municipio de Santiago. Nos gustó mucho el lugar, pero lo mejor de todo fue que se hizo una muy buena química con Don Roberto, el dueño. Acordamos que le íbamos a pagar el 50% del anticipo de la renta una semana antes del evento y la otra acabando, pensando que íbamos a tener una utilidad altísima. Don Roberto también nos dejó usar unas mesas y sillas que tenía, hieleras, y hasta terminó en el evento ayudándonos a limpiar antes de abrir las puertas al público y no se fue hasta que se acabó.

Decidí dar el anticipo de la renta y quedarme sin un peso. “El que no arriesga no gana'', pensé. La decisión del lugar donde se llevó a cabo el primer Campeonato de Parrilladas fue algo que marcó la diferencia en la historia de la SMP.

Más de dos años después, para ser exactos, el 7 de junio del 2014, Alejandro y yo nos casamos. Fue una boda de día que duró 12 horas, como esas carnes asadas que empiezan temprano, acaban tarde y todos muy bien servidos (en todos los sentidos).

Quedamos de vernos a las 11:30 a.m en casa de mis papás para de ahí empezar todo el proceso de las bodas. Eran las 11:45 a.m y Alejandro no llegaba. Le marqué y le pregunté si todo estaba bien, (pensando que ya se había rajado) y me contesta que estaba en Home Depot comprando unas cosas que se necesitaban para la oficina. “OK, aquí te espero”, le contesté.

Después nos fuimos él y yo con nuestro fotógrafo, Samuel Catherine, a una sesión de fotos donde nació la SMP y el primer capítulo que todavía sigue ahí, en la calle Isaac Garza 1524, centro de Monterrey. Ahí vivió la abuelita paterna de Alejandro y se utilizaba como oficina, tienda y para dar cursos. Nos tomamos unas cheves y de ahí nos fuimos al mesón estrella en el mero centro de la ciudad de Monterrey, yo con vestido de novia y él en smoking. Entre papas, cebollas, cilantro, tacos de barbacoa, camiones descargando costales de naranja, cacahuates, etc., nos tomamos unas fotos. Teníamos a toda la gente chiflando, felicitándonos y tirando carrilla, pero de esa carrilla sana.

En la misa, durante la comunión, suena su teléfono. Volteé a verlo con cara de “¿es enserio? ¿Qué te pasa?” y me dice: “son de HEB, tengo que contestar”. Solo escuché que le dijo, “Compadre, me estoy casando, estamos en la iglesia, ¿te puedo marcar después?” y pues si, en el trayecto de la iglesia a la fiesta tuvo una llamada de trabajo.

Ha sido mucho trabajo, mucho sacrificio y muchas, muchas peleas. El camino y crecimiento de la SMP no ha sido fácil; desde el primer campeonato en agosto del 2012 cuando todos nos tacharon de locos.” Pero, ¿un evento así? ¿de carne asada? ¿para qué? ¿por qué no se ponen a trabajar en algo más de verdad? ¿y la inseguridad? Nadie va a querer ir a la carretera a un evento así, ¿y cómo le van a hacer para que no metan cosas ilegales?, ¿y si pasa un accidente?”, nos preguntaban. No sabíamos nada, solo pensábamos positivo. Sabíamos que ese evento tenía que pasar; era algo que teníamos que hacer.

Después las preguntas que nos hacían fueron cambiando; “¿Grill Master en las torres moradas? ¿cómo qué Grill Master en Hermosillo? ¿en Torreón? ¿en Tijuana? ¿y cómo piensan llenar la Arena Monterrey? ¿un parque?” y así ha sido todo. Cada paso. Creo que la clave es no dejar de luchar por lo que quieres, y trabajar muy muy duro. Los días se hacen noches y las noches son noches interminables de mucho trabajo y mucho cansancio, pero que también, mientras ames lo que haces, he visto y soy testigo que son las noches más divertidas.

El trabajo en equipo nos ha hecho lograr cosas que nunca nos imaginamos. Como amigos, como socios y como pareja. ¿Nos peleamos? si, mucho, pero también nos complementamos. Él en la nube con sus ideas por los cielos, y yo el ancla queriéndolo aterrizar. Probablemente si no estuviéramos juntos o si no nos apoyáramos tanto, él estaría siempre soñando y yo estaría en el mismo lugar. Juntos es como llegamos lejos, y gracias a toda la familia que forma parte de la SMP, llegaremos a lugares donde no nos imaginamos haciendo lo que nadie ha hecho. #ElFuegoNosUne

Gabriela Garza
Socia/fundadora de la Sociedad Mexicana de Parrilleros

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