La atención a los detalles puede ser fuente de inspiración
El año pasado, una semana después del Grill Master HEB 2022, mi familia y yo hicimos un viaje a Disney California con otros amigos y sus familias, entre ellos Juventino y Marcelo, quienes colaboran en la SMP como directores; a este viaje me fui pensando solo en las vacaciones, con esto me refiero a que nunca me fui mentalizado para catapultarlo a algo que nos pudiera ayudar en la SMP (cosa que siempre hago, siempre trato de sacarle un doble propósito a los viajes). Mi objetivo siempre fue el “descansar” del Grill Master, pasar vacaciones con la familia y con los amigos y relajarme un rato y, sin temor a equivocarme, después del curso que tomamos Gaby y yo en el Disney Institute en el 2018, este viaje ha sido el que más me ha inspirado, seguramente porque lo disfrute mucho.
En los días que estuvimos allá, Mauricio Vélez me mandó un mensaje por Whatsapp. Él es parte del equipo de Lulo Gelato, con quienes estábamos a punto de lanzar la colaboración entre SMP y Lulo con El Gelato Parrillero 
y le dije que andaba en Disney. Sin esperar un segundo más, inmediatamente me recomendó con mucho entusiasmo subirme a la atracción de Star Wars llamada Rise of Resistance; le dije que no soy tan fan de Star Wars pero insistió que tenía que ir y subirme a huevo, que estaba super cabrón y le dije, “ta bueno, ya, si voy”.
y le dije que andaba en Disney. Sin esperar un segundo más, inmediatamente me recomendó con mucho entusiasmo subirme a la atracción de Star Wars llamada Rise of Resistance; le dije que no soy tan fan de Star Wars pero insistió que tenía que ir y subirme a huevo, que estaba super cabrón y le dije, “ta bueno, ya, si voy”.
En los parques de Disney hay algunas atracciones que ya están incluidas en el boleto de entrada, digamos que son “las normales” como Dumbo, Peter Pan, It’s a Small World, etc. En otros, hay que pagar un extra y la de Star Wars era una de ellas. También puedes bajar una aplicación para comprar y separar esas atracciones con un horario y así puedes ir a echarte una pierna de pavo, una cheve o subirte a otras atracciones sin tener que hacer una fila eterna con la incertidumbre de cuándo seguirá tu turno.
Ya estábamos en el tercer día del viaje y algunos de la raza con la que fuimos al viaje ya se habían metido a la atracción, otros lo hicieron ese mismo día, pero más temprano y yo, por desidia y por no bajar la aplicación, no lo había hecho. La verdad me quedé mucho tiempo contemplando el “mundo” de la película Coco que está en otro parque llamado California Adventure; había mariachis cantando y hasta las vestimentas de charro tenían detalles de la película, todos los detalles estaban sumamente cuidados, desde el piso con forma de “piso mexicano” de barro, los barandales, la torre con la campana, el restaurante, los mosaicos, los azulejos, hasta había un altar del Día de Muertos, que debo de confesar que es de los altares más bonitos que he visto. Había una fuente que junto con el atuendo de los meseros y los baños, tenía el estilo de Coco.
Recuerdo que había un patio y ahí los niños y niñas podían tomar una hoja de papel con una figura de Coco, irse a una mesa, pintarlo, escribirle un deseo y después colgarlo en un árbol.
Mientras caminaba en esa área y me comía una pierna de pavo con salsa BBQ junto con mi hija, escuché música y mucha gente se empezó a mover hacia la torre que era como el edificio principal de ese mundo y de repente fueron saliendo actores, bailarines y cantantes. Todos tenían algún personaje de la película en forma de marioneta sujetada a su cuerpo, ellos se movían al mismo tiempo que la marioneta y se veía muy chido; el que empezaba a cantar era el niño de la película, Miguel, y luego salían las calacas y cantaban la de “el cielo no es azul, ay mi amor, ay mi amor, que es rojo dices tu, ay mi amor, ay mi amor, ves todo al revés, ay mi amor, ay mi amor, creo que piensas con los pies, ay mi amor, ay mi amor, tú me traes un poco loco…” Bueno, esa; estaba muy chido el show y lo disfruté tanto que mi hija y yo lo vimos dos veces seguidas. 
Después de Coco me fui con Gaby, mi esposa, y nuestra hija al mundo de Star Wars que se llama Galaxy’s Edge, ubicado en el parque de Disneyland, o sea, en el original. No sé cómo le hacen los parques de Disney, pero, justo al cruzar un puente por debajo, sales de un bosque y se transforma en el mundo de George Lucas. No tienes que pasar por una entrada, cruzar una puerta galáctica o algo por el estilo, el ambiente cambia de un metro a otro gracias a los detalles.
Eso fue lo primero que noté, en todo Disney se hacen esos cambios sutiles de cuando entras de un mundo a otro, pero acá fue algo impresionante, hasta el cielo se veía con un tono sepia (así como las películas), la música ambiental, el camino, las piedras, los colores y materiales y la iluminación de la segunda mitad del puente que ya no era bosque. Lo segundo que noté fueron los stands de venta de bebidas y snacks que tenían el estilo de Star Wars; el carrito de Sprite y Coca Cola estaban en el lenguaje de una galaxia 
Seguido de esto llegamos a la “ciudadela”, no sé si así se le llamé, pero en todos los mundos hay un punto principal en donde están los restaurantes, los baños, por donde salen los personajes, áreas de descanso, tiendas y las entradas a las atracciones.
Aquí la atención a los detalles era de otro nivel, el tornillo de las puertas falsas era intergaláctico, no era uno de una ferretería, tenía una forma singular y estaba pintado simulando estar oxidado, pero al estilo de Star Wars; los vendedores de las tiendas tienen atuendos de acuerdo a la saga y las tiendas iban desde algo muy pequeño en donde podías comprar llaveros, túnicas, playeras, termos, chamarras, hasta una tienda gigante en donde el encargado era un monstruo que nada más le faltaba hablar. Recuerdo que había un mostrador muy grande donde podías personalizar tu lightsaber, comprar Darth Vaders de tamaños reales, una colección enorme de cuchillos y todo lo coleccionable que te puedas imaginar.
El ambiente que se sentía era un nivel de fantasía/realidad que, a pesar de que yo no soy fan de Star Wars, no me sé los nombres de los personajes, la historia, ni nada, me hicieron olvidarme por completo de todo y sentirme dentro de la película y vivirla. Al ir caminando para buscar algo de comer, pasaban los Stormtroopers a un lado metidos en su personaje al 100%, te decían que te quitaras del camino y todo. 
Cuando llegué al área de comida vi una especie de turbina con un robot dándole vuelta a una palanca que hacía girar unos animales gigantes, como si se estuvieran rostizado en el calor de la turbina. 
Compré algo de comer y me fui a sentar a una montaña en donde a unos pasos estaba una nave bien chida; ahí estábamos comiendo y viendo a la gente pasar y salir de una atracción, cuando de repente sale Chewbacca con otros personajes, forman un círculo y empiezan a planear un rescate (o algo así escuché), claro que al Chew si lo conozco y no podía irme sin una selfie. 
Terminamos de comer y nos fuimos hacia la salida del Galaxy’s Edge en donde me había quedado de ver con Juve para meternos a Rise of the Resistance. La atracción está cabronsisima y lo que le sigue, no hay un segundo que pase que no te cause alguna emoción, hacía donde voltees hay algo que te sorprende y no me refiero al “ahhh mira que chido” ¡No! Me refiero al “asuuuuuupincheeeee madre se mamó”.
La fila de espera no parece fila de espera porque desde ese momento ya te meten en la trama del juego diciéndote que hay peligro y hay que rescatar a no sé quién.
Es el primer juego de estos en donde no solo te suben a un carro y dejas que te lleve para ver todo lo qué pasa, también interactúa de cierta forma con los personajes y tienes que caminar, incluso correr. No les quiero platicar todo ya que siento como si les estuviera diciendo el final de una película, si tienen oportunidad de ir a Disneylandia, tienen que meterse a Rise of the Resistance, vale la pena cada segundo.
¿Por qué relaciono los viajes a Disney con Grill Master HEB? En el año 2018, a tres semanas de haber pasado el Grill Master HEB, mi esposa y socia, Gaby, y yo nos fuimos toda una semana a Disney World en Orlando, Florida a un curso en el Disney´s Institute. Es una semana intensiva de 7am a 7pm de lunes a viernes en donde te platican, te muestran y te enseñan la filosofía de Disney para tener éxito. El curso se llama Disney's approach to business excellence
y es impartido por dos empleados con gran carisma, conocimiento, fanáticos y embajadores de la marca que han estado en la empresa más de 40 años cada uno pasando por muchos puestos. Al mero estilo Disney nos enseñaron “the chain of excellence” y así lo traduzco yo: Disney es tan exitoso que tienen un curso en donde te enseñan y te dicen cómo serlo y generan negocio. Recuerdo que la primera frase que nos dijeron en el primer día de clases fue la siguiente: It’s not magic, it's hard work and it happens at night (No es magia, es trabajo arduo y ocurre durante la noche). 
Yo me hice fan de Disney no tanto por sus películas, personajes o parques, sino por toda su filosofía empresarial, sus valores y obviamente por mi compadre Walt Disney y su visión.
La SMP tomó otro rumbo desde el primer día que Gaby y yo pisamos el Disney’s Institute y ha servido de ejemplo e inspiración para muchas cosas que hacemos; desde la inducción de un nuevo colaborador a la empresa, nuestros name tags
,nuestra oficinas, hasta el punto de rediseñar completamente nuestro evento emblema, el que dió inicio a la SMP (para los que no sepan, primero nació el Grill Master y después la SMP), el Grill Master HEB 2023.
Este año el Grill Master HEB 2023 será diferente y será el inicio de un nuevo proyecto en el cual hemos estado trabajando y soñando en la SMP, mucho inspirado por estas experiencias y viajes que les compartí.
Muchas gracias por seguir y confiar en nosotros, nos vemos este 19 y 20 de agosto de 2023 en el Parque SMP para hacer historia en la décima edición del Grill Master HEB.
EL FUEGO NOS UNE
Alejandro Gabriel Gutiérrez Dávila
Presidente y cofundador de la Sociedad Mexicana de Parrilleros