Trascender a través de la SMP
El 2 de septiembre del 2019, después del Grill Master HEB de ese año, recuerdo haberle enviado un mensaje de Whatsapp a Alejandro Gutiérrez compartiéndole lo mucho que había significado para mi el evento; no tanto por los resultados obtenidos o la satisfacción de haber cumplido como equipo un objetivo, sino por todos esos intangibles que pocas personas hemos tenido la oportunidad de vivir y que suceden dentro de la SMP.
En una parte del mensaje le externaba que en lo personal no creo en las coincidencias, sino en el trabajo diario, en la constancia y la disciplina, que a la larga generan dichos resultados. Recuerdo que parte de su respuesta fue que coincidía conmigo y que a través de la ley de la atracción y de mucho trabajo y esfuerzo habíamos logrado algo que sería un punto de quiebre en la empresa y en nuestras vidas.
Y así ha sido. Estos últimos 5 años han sido de altas y bajas, de muchos retos en nuestras vidas, tanto en lo personal como en lo profesional. Nos enfrentamos a una pandemia donde tuvimos que ser más creativos que nunca para poder solventar la cancelación de fuentes de ingreso importantes para la empresa, creando nuevas que hoy en día siguen vigentes y que nos han hecho más fuertes.
Hoy nos causa gracia la forma en que improvisamos para que no se nos calentaran nuestros celulares mientras grabábamos los recién lanzados cursos digitales, desde meter un par de minutos el celular al refri, hasta amarrarle una pieza de matambre congelado para mantenerlo frío.
Hemos evolucionado, no sólo como marca sino también individualmente.
En estos 9 años perteneciendo a la SMP, he tenido la oportunidad de viajar, de aprender otras culturas, de conocer muchas personas, de abrir la mente y de entender y saber respetar puntos de vista o distintas formas de ver las cosas.
También ha sido una plataforma para crecer como profesional pero más importante como persona, a ser un mejor líder para mi equipo y para la empresa en general, donde he encontrado como propósito particular crear, incentivar y proveer las herramientas necesarias para que cada uno de los colaboradores se desarrolle y se vuelvan líderes de cada una de sus áreas.
“Ser líder significa influir, guiar y motivar a un grupo de personas hacia un objetivo común. Un líder no solo dirige, sino que también inspira confianza, fomenta el trabajo en equipo, toma decisiones importantes y se responsabiliza de las consecuencias. La verdadera esencia del liderazgo no solo radica en la autoridad, sino en la capacidad de comprender y empoderar a los demás, ayudando a que todos alcancen su máximo potencial dentro del grupo o proyecto. Un líder también debe ser capaz de adaptarse a situaciones cambiantes, comunicarse eficazmente y actuar con integridad”.
En una ocasión, un buen amigo, a quien considero un coach personal, me compartía que después de 60 años de trabajo arduo, donde tuvo un enfoque importante en la generación y acumulación de bienes, se había dado cuenta que la forma más pura, completa y sincera de trascender no era con negocios o bienes que generaban millones sino a través de sus hijos, sus nietos y, no menos importante, con el servicio, ayuda e impacto positivo que puedas ofrecerle a los demás.
Normalmente, en el 95% de los casos, nuestros nombres y memorias se olvidarán después de 3 generaciones. Muy pocos son los afortunados de conocer a sus bisabuelos y mucho menos a sus tatarabuelos. Muy probablemente lo que acumules materialmente se divida tanto que tienda a desaparecer o que ya no le pertenezca a algún descendiente. La que es tu casa hoy, en 100 años, muy seguramente no pertenecerá a nadie de tu misma línea sanguínea.
Este tipo de datos, que pueden parecer muy lógicos, nos sirven para tomar conciencia del por qué y para qué hacemos las cosas, de cuáles son o deberían de ser nuestros objetivos realmente y creo que en gran parte esto generó ese punto de quiebre del que escribí al inicio.
Conforme pasan los años, vas apreciando la vida de manera diferente, valoras momentos que antes dabas por sentado, como el simple hecho de despertar, de tener salud, tener la posibilidad de hacer ejercicio, valoras la naturaleza, el arte, el hecho de no perder el sentido de asombro por los pequeños y cotidianos detalles, estar rodeado de familia, amigos y compañeros en quienes descubres personas increíbles y de quienes aprendes distintas formas de pensar, de tomar decisiones y que en algunos casos se convierten en amigos o incluso familia.

Y sumado a todo lo anterior, el privilegio de tener la posibilidad de dejar huella y trascender por medio de tu trabajo es algo que muy pocos somos afortunados de tener.
En mi caso, la SMP ha sido y seguirá siendo más que un lugar para trabajar y el medio para mantener a mi familia. Es una comunidad por medio de la cual los que pertenecemos a ella, tenemos la posibilidad de servir y dejar huella.
Cada vez son más las causas a las que, como grupo y a través de la Fundación SMP, hemos apoyado. Conocer de cerca y de primera mano las necesidades de los niños que viven en el DIF de Nuevo León, de Bomberos, de comunidades rurales a través de TECHO, el rescate, cuidado y adopción de perros, la separación de desechos, la siembra de árboles, el apoyo brindado durante los incendios de la sierra de Santiago, cocinar y recaudar regalos días previos a Navidad para comunidades de escasos recursos, definitivamente son experiencias y momentos que te abren los ojos, te dan la oportunidad de crear conciencia y de permear hacia tus círculos cercanos sobre las necesidades que existen en el mundo, te hacen más empático y definitivamente de alguna u otra forma te vas convirtiendo en un mejor ser humano.
Además, contar con la apertura de poner sobre la mesa diferentes causas que a cada quien nos mueven, contar con un equipo que se suma, ayuda a tomar acción y hacer realidad dichos apoyos, no tiene precio.
El propósito de la SMP es “Generar lazos y unir personas de todas las edades en cualquier parte del mundo por medio de experiencias gastronómicas alrededor del fuego”. Y a través de dicho propósito, estamos seguros que ponemos nuestro granito de arena para dejar un mundo mejor a nuestros hijos y a las siguientes generaciones.
Es un privilegio ser parte de una empresa donde encuentras trascendencia, crecimiento profesional y humano, donde puedes desarrollar tus habilidades, seguir adiquiriendo nuevas y llevarlas hasta donde tú quieras, pero aún más valioso es pertenecer a algo con un propósito fuera de lo ordinario, donde la búsqueda de ayudar y estar al servicio de los demás es lo más importante.
Hoy, en vísperas de celebrar mi cumpleaños, me siento agradecido con la vida, con Alejandro y Gaby por su ejemplo, por retarme a siempre ser una mejor versión de mí mismo y por permitirme a mí y a mi familia ser parte de su sueño que han sabido hacer que sea el sueño de muchos más.

Vicepresidente Comercial Sociedad Mexicana de Parrilleros