VÍCTOR ADRIÁN AGUILAR RAMOS
Victor Adrián Aguilar Ramos, nacido el 4 de noviembre 1988, originario de Monterrey, Nuevo León. Actualmente reside en la ciudad de Tijuana, Baja California.
Chef de Profesión, Parrillero de Corazón.
De niño era muy quisquilloso con la comida y los ingredientes, me llamaban la atención sobre que siempre revisaba la comida siempre servida en el plato y de vez en cuando recibía la matona de "Aquí no es restaurante".
Mi madre me permitió darme gusto al decirme "prepáralo como a ti te guste" cuando eran constantes mis chiflasones y eso a mí me encantaba, ella me enseñó las bases. Comencé a cocinar en casa cuando mis padres trabajaban pero recuerdo que lo que mas disfrutaba era levantarme los domingos y junto a mi hermano preparar el almuerzo para toda la familia, con gran variedad de platillos y en cantidades que siempre exagerábamos. Despertar a mis papás y hermana y ver las sonrisas, el gusto y el ambiente que eso provocaba me llenaba completamente.
En la secundaria mientras amigos tomaban deportes u otras tecnologías, me decidí por la cocina y el aparente de los Niños no saben cocinar de las compañeras, me daban muchas más ganas de seguir ahí y disfrutar cada día con la familia de lo aprendido en cada clase. Después al escoger carrera me decidí por Administración de Servicios Alimentarios en el Instituto Regiomontano de Hotelería en Monterrey, Nuevo León y ese fue el comienzo de mi camino en la cocina
En el 2014 acababa de mudarme a Tijuana, Baja California, con un Proyecto de Cocina Norestense, quién me dio el empujón (por no decir aventó) al proyecto fue el Chef y Fire Master Humberto Villarreal, con quien trabajaba como parrillero en Monterrey. En una de sus visitas a impartir cursos me invitó a apoyarlo en un Meat Lovers y a mi visión, quedé encantado.
Ese placer de cocinar, esa emoción de compartir conocimientos con personas a las que les apasiona la cocina, o simplemente que están curiosos por aprender, pero sobretodo ese sentimiento en el que al terminar un platillo, lo compartes y ves frente a frente sus reacciones, es la parte que más me llena al cocinar.
El fuego nos une, representa para mí, la calidez con la que cocinar y que lleva a compartir sin importar donde estén o con quién, mientras exista fuego y alguien a tu lado siempre habrá una historia, un momento un recuerdo o un plan por venir, mientras exista brasa aún habrá que compartir.